sábado, 25 de diciembre de 2010

EVOLUCION DE LA DESNUTRICION Y ANEMIA EN ESCOLARES

EVOLUCIÓN DE LA DESNUTRICIÓN Y ANEMIA ENRE EL 2001 Y EL 2007
EN BENEFICIARIOS DEL SUBPROGRAMA ESCOLAR

Gutiérrez Wilfredo[1], Espinoza Gloria[2], Sanabria César[3], Hernani Andrés[4],
Delgado Doris [5]

RESUMEN

En base a los datos de la evaluación del SPE del 2007 se hizo un estudio comparativo con la evaluación hecha el 2001 al entonces Programa de Desayunos escolares. Para medir impacto, en ambas evaluaciones se utilizó un proxi de  grupo control denominado “consumidores no habituales” del desayuno, definido por los propios docentes. Se encontró que la prevalencia de desnutrición crónica disminuyó en el año 2007 a nivel nacional en comparación con el año 2001 de 33% a 23% y la anemia disminuyó solo en los  dominios de Lima (de 34% a 23%) y Sierra (60% a 49%); se incrementó en los dominios de Resto de Costa (27% a 33%) y en la Selva (32% a 46%).  No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre el grupo “consumidor habitual” y “no habitual” en los dos parámetros estudiados en el 2007. Por ello, las diferencias encontradas en desnutrición más tienen que ver con la tendencia histórica de la evolución de la misma que debido al SPE, pues entre el censo de talla a escolares del 93 al 99 hubo una disminución de 11 puntos porcentuales (25% de disminución), y entre el 99 y el 2005, de 6 puntos porcentuales, que representa una disminución del 22%.  


Palabras clave: desnutrición, anemia, subprograma escolar, pobreza,  nutrientes, desayuno, ración, impacto.

Introducción

     El estado nutricional es el resultado de una amplia gama de condiciones sociales y económicas y constituye un indicador muy sensible del nivel general de desarrollo. Si bien es cierto que durante los últimos 25 años en el Perú, se han producido mejoras relativas en algunos factores relacionados con la nutrición, su grado de avance y la inestabilidad de estos aún condiciona y determina altas cifras de desnutrición, particularmente en las niñas y niños menores de cinco años de las zonas más pobres del país. Según ENDES 2000, la desnutrición crónica en menores de cinco años para ese año en zonas rurales se estaba en 40.2%.

El término malnutrición proteico-energética, se ha utilizado para describir una serie de trastornos caracterizados principalmente por el retraso del crecimiento de niñas y niños. Sin embargo, este retraso en el crecimiento es sólo una manifestación de un conjunto de afecciones al desarrollo físico y mental y tiene mayor severidad en menores de tres años, debido a sus elevadas necesidades energéticas y proteicas y a su particular vulnerabilidad a las infecciones. 

Las consecuencias de la desnutrición temprana en niñas y niños puede afectar las aptitudes escolares, la edad de ingreso a la escuela, la concentración y la atención. Estos daños persisten en los años de la escuela y en la vida adulta, disminuyendo la productividad y la calidad de vida. Las mujeres con baja talla a causa de la malnutrición, muy probablemente darán a luz niñas o niños pequeños, perpetuando de esta manera la malnutrición y enfermedad a lo largo de varias generaciones (1)

     Los programas sociales de apoyo alimentario se dan básicamente como respuesta a las políticas de ajuste estructural (de corte liberal) que se dieron en la economía peruana en los años iniciales de la década de los noventa. La lógica económica y de salud argumentados para establecer programas de apoyo alimentario a los niños en edad escolar, señalan que sirven para aliviar el hambre de corto plazo y mejorar el desempeño de los niños en la escuela, atenuando su déficit en micronutrientes y mejorando su estado nutricional. Adicionalmente se señala que puede ser un elemento motivador para padres para enviar a sus hijos a la escuela, evitando la deserción escolar (2).

El programa de desayunos escolares se inicia en el año 1993 y ha pasado por diferentes instituciones ejecutoras. Actualmente depende del PRONAA, que es una Unidad Ejecutora del Ministerio  de la Mujer y Desarrollo Social (MIMDES) y las intervenciones alimentarias dirigidas a la población, se ejecutan a través del Subprograma Integral de Nutrición (PIN). Es a partir de acá que el antiguo programa de “Desayunos Escolares”, pasa a llamarse Sub-Programa Escolar (SPE)

El SPE atiende a la población de niños de 3 a 12 años que asisten a los programas educativos de inicial y primaria, ubicados en el 3er, 4to y 5to quintil de pobreza. Tiene como objetivos: contribuir a prevenir la anemia, propiciar la asistencia escolar, promover conductas saludables en niños y niñas y contribuir a mantener un estado nutricional adecuado (3).

El SPE brinda una ración de desayuno diaria a la población escolar compuesta por un componente sólido (pan o galleta fortificada con He) y una ración líquida, que puede estar constituida por una mezcla de cereal fortificada,  leche UHT o leche fresca. Este  desayuno debe proporcionar como mínimo: 23% de los requerimientos de totales de energía del niño, 44% de proteínas, 100% de hierro y 60% de otros micronutrientes (calcio, zinc, vitamina A, vitamina C y vitaminas del complejo B).

En el año 2001 el entonces Programa de Desayunos Escolares, que estaba siendo ejecutado por el Instituto Nacional de Salud, a través del CENAN, tiene una primera evaluación de impacto (4). En el año 2007 se lleva a cabo la segunda evaluación de impacto de los escolares de primaria con la finalidad de evaluar el estado nutricional y la asistencia escolar y explicar los cambios de comportamiento de los indicadores de estado nutricional identificados en al año 2001 (5). Esta evaluación se llevó a cabo entre el 6 de noviembre del 2007 y el 4 marzo del  2008 y estuvo a cargo de los autores.

Basado en los resultados de esta evaluación es que se realiza la presente investigación para verificar la magnitud de los cambios en la prevalencia de la desnutrición crónica y anemia, y ver si estos pueden ser atribuibles o no al SPE  

Materiales y métodos


Para el estudio se seleccionó una muestra probabilística, polietápica, independiente por cada dominio de estudio y con probabilidades proporcionales al tamaño, con un intervalo de confianza el 95%, un margen de error del 5%, un efecto de diseño de 1.2 y una tasa de no respuesta del 10%.

Como criterio de inclusión se tomó a niños y niñas de 6 a 12 años pertenecientes a escuelas públicas que se beneficien del SPE y que estuvieran recibiendo la ración por un mínimo 6 meses. Se excluyó a los niños que incumplieran con estos requisitos y a los que padecieran de algún defecto físico que influyera en la toma de medidas antropométricas.

Para la medición  del  impacto nutricional del SPE, se utilizaron dos grupos: uno de “consumidores habituales” y otro de “consumidores no habituales”, siguiendo la misma metodología utilizada en la evaluación del 2001. Para la elección de los alumnos “consumidores no habituales”, se aceptó la decisión del profesor de aula y al resto se tomó como “consumidores habituales”.

Todos los procedimientos ejecutados en niñas y niños fueron aplicados por profesionales de la salud debidamente entrenados y estandarizados según la técnica recomendada por la OMS(6) y tomando en cuenta las debidas medidas de bioseguridad.

Para la evaluación del estado nutricional de niñas y niños se usó una balanza digital de pie y un tallímetro portátil modelo OMS. La prevalencia de desnutrición crónica en los escolares se determinó con el punto de corte de <2 DE estipulado en las tablas de la OMS/NCHS, utilizando el módulo EpiNut del programa Epinfo6.
Para la evaluación de los niveles de hemoglobina de los escolares, se utilizó el método de colorimetría en sangre capilar  con el fotómetro portátil HemoCue® para todos los niños y niñas “consumidores habituales” y “no habituales”. La prevalencia de anemia se determinó con los puntos de corte de < 12 g/dl  (el mismo que se usó en la evaluación del 2001), con los ajustes respectivos según altitud, de acuerdo a la técnica recomendada por el Centro de Control de Enfermedades (CDC) de USA y utilizada también por el INS (7) y ENDES 2000.  La fórmula utilizada fue la siguiente:
·         Nivel de Hb ajustado: Nivel de Hb observado – Ajuste por altura
·         Ajuste por altura = 0.022 x (alt)² - 0.032 (alt) ó alt [0.022 x (alt) – 0.032]
·         Donde (alt) = (altura en metros/1000) x 3.3
Los ajustes se hicieron a partir de los 500 metros de altura sobre el nivel del mar.

El nivel de pobreza de las familias de los niños beneficiarios, se evaluó con el indicador de necesidades básicas insatisfechas desarrollado por FONCODES (8).

La información se procesó en los aplicativos SPSS v13 y Epinut de Epinfo 6.0. Para el análisis de significancia estadística de diferencia de proporciones, se usó la prueba de Chi cuadrado.

Resultados

Como se aprecia en el gráfico No. 1, los mayores índices de pobreza y pobreza extrema, tanto para el grupo de consumidores habituales como no habituales estuvo en el dominio de Selva y Sierra; y los menores índices estuvieron en el dominio de Lima Metropolitana.

Gráfico Nº 1
Niveles de pobreza por dominios


Como se aprecia en la tabla No. 1, se pesaron y tallaron en total 2724 niños, de los cuales 2314 fueron “consumidores habituales” y 410 “consumidores no habituales”.

Tabla Nº 1
Número de niñas y niños pesados y tallados por grupos de edad
Y por consumidores y no habituales

Dominios
Consumidores
habituales
Consumidores
No habituales
TOTAL
Lima Metropolitana
580
68
648
Resto de Costa
455
28
483
Sierra
647
183
830
Selva
757
155
912
Total
2439
434
2873

Como vemos en el gráfico No. 2, la tasa de desnutrición crónica es semejante tanto en los niños consumidores habituales y no habituales (24% y 24.4% respectivamente).

Gráfico Nº 2

Prevalencia de desnutrición crónica por dominios y
Por consumidor habitual y no habitual


Comparando los índices de desnutrición crónica encontrados en la evaluación del 2001 y la presente evaluación, vemos que hay una disminución de la misma en todos los dominios, siendo más marcado en Lima Metropolitana y en la Selva (gráfico No. 3).
Gráfico Nº 3
Prevalencia de desnutrición crónica en la presente
evaluación, comparada con la del 2001

Para la investigación de anemia, se evaluaron a 2491 niños, de los cuales 2114 fueron “consumidores habituales” y 377 “consumidores no habituales” (tabla N° 2)

Tabla Nº 2
Número de niños a los que se tomó Hb, por grupos de edad
y por consumidores habituales y no habituales
Dominios
Consumidor habitual
Consumidor no habitual
TOTAL
Lima Metropolitana
466
48
514
Resto de Costa
400
24
424
Sierra
621
174
795
Selva
754
154
908
Total
2241
400
2641

Como se puede ver en el gráfico No. 4 la prevalencia de anemia encontrada en el grupo de escolares de 6 a 12 años de de primaria fue de 39.6% para el  grupo de consumidores habituales y de 42.7% para el grupo de consumidores no habituales, estando las cifras más altas en el dominios Sierra.

Gráfico Nº 4
Prevalencia de anemia en escolares de primaria
por dominios y por tipo de consumidores


Como se aprecia en el gráfico No. 5 al comparar las prevalencias de anemia entre las evaluación actual y la del 2001, vemos que esta disminuyó en los  dominios de Lima y en la Sierra; pero se incrementó en los dominios de Resto de Costa y en la Selva. 

Gráfico Nº 5
Evaluación 2007 vs. Evaluación 2001
Prevalencia de anemia en escolares de primaria por dominios


Discusión

En el presente estudio, los índices más altos de desnutrición crónica se encuentran en el dominio sierra y el más bajo en Lima Metropolitana. Ello está  relacionado con los índices de pobreza más altos encontrados también el los dominios selva y sierra y más bajos en Lima Metropolitana. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos en ninguno de los dominios estudiados.

Igualmente, la prevalencia de desnutrición crónica en escolares beneficiarios del SPE encontrada en la evaluación del 2007, descendió en todos los dominios, en relación a la del 2001, encontrándose una disminución global del 17.4%, que es estadísticamente significativa (p< 0.05). Las disminuciones más marcadas ocurrieron en el dominio de Lima Metropolitana, donde  disminuyó en un 58% (p< 0.05); dominio Selva, que disminuyó en un 34% (p< 0.05) y Sierra, que disminuyó en un 15.4% y Resto de Costa que disminuyó en un 13.3%.

     Al comparar los resultados de los niveles de desnutrición crónica en niños y niñas en edad escolar (de 6 a 9 años de edad), de los Censos Nacionales de Talla en escolares de 1993 y de 1999 (10), se observó un descenso en el porcentaje de niños y niñas desnutridos de alrededor de 11 puntos porcentuales (de 39.1% a 27.9%), lo que representa una disminución del orden del 25%. El tercer censo de talla en escolares realizado por el MINEDU el 2005 (11), encuentra una prevalencia de la desnutrición crónica de 21.9%, lo que representa una disminución de 6 puntos porcentuales en relación al censo del 99. 

Este hecho, aunado a que no se encontraron diferencias significativas en la prevalencia de desnutrición crónica al comparar el grupo de consumidores habituales y no habituales  y los pobres aportes en nutrientes de la ración encontradas en la encuesta de consumo, nos hacen concluir que estos cambios positivos se deben a otros factores estructurales, más que a la influencia del SDE.

La prevalencia de anemia encontrada en el grupo de escolares fue de 39.6% para el  grupo de consumidores habituales y de 42.7% para el grupo de consumidores no habituales, no encontrándose significancia estadística entre ambos valores. Al igual que en la desnutrición, los menores índices de anemia se encuentran en el dominio Lima, que tiene que ver con su menor grado de pobreza. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre la prevalencia de anemia entre el grupo de consumidores habituales y no habituales.

Al comparar las prevalencias de anemia entre las evaluación actual y la del 2001, vemos que esta disminuyó significativamente en el dominio Lima en un 30% (p< 0.05) y en la Sierra en un 17.5% (p<0.05). Sin embargo se incrementó en los dominios de Resto de Costa en un 20% y en la Selva en un 43% (p<0.05).  A nivel nacional, hubo un ligero incremento de la prevalencia de anemia en la presente evaluación de (39.6% vs 38%) sin significación estadística. Por lo referido en al párrafo anterior, las variaciones encontradas en uno u otro sentido no, no se deben a la influencia del SPE.

El uso de alimentos con fines explícitos de nutrición, es preciso que sean apropiados para resolver los problemas nutricionales detectados en una determinada población objetivo. Es importante que el producto entregado tenga los contenidos adecuados de macro y micronutrientes, que tenga una buena aceptabilidad por el destinatario, que se garantice su consumo por el mismo y que se entregue de manera regular y oportuna. Adicionalmente es indispensable que se incluya un componente educativo a los responsables de su preparación y a las madres, donde se instruya sobre quién debe recibir, cómo se debe preparar y consumir el alimento y cómo se deben complementar con otros productos disponibles en el hogar. Aun así,  no existe evidencia científica lo suficientemente sólida que demuestren la existencia de una relación positiva entre la provisión de programas de alimentación y la mejora en el estado nutricional de los niños (9).

Los programas alimentarios implementados en el Perú en la década de los 90 se dan  como compensación a los ajustes estructurales y se inscriben más dentro de lo que la FAO llama “las políticas alimentarias” (12), teniendo como fin primordial el alivio temporal del hambre de las personas, más que un objetivo de reducción de la desnutrición.  Por ello se puso especial énfasis en su adecuada focalización y una buena logística alimentaria, descuidando los otros componentes ya mencionados que podrían haber tenido algún impacto nutricional. El SPE, implementado por el PRONAA, y que ha sido objeto del presente estudio, se inscribe dentro de estos criterios y es por ello que en los dos estudios no se encontró un impacto nutricional. La reducción de la prevalencia de desnutrición crónica encontrada entre el 2001 y 2007, se debe a la influencia de otros factores de orden estructural, más que  al subprograma mismo.



BIBLIOGRAFÍA


1.     Terre des hommes. Nutrition strategy, draft. Genéve,  January  2001
2.     Entre otros destacan los estudios de: Pollit, Ernesto (1990) “Malnutrition and Infection in the Classroom”. Paris: Unesco. Citado en: Lockheed, et al. (1991). Y UNESCO (1990), The Effects of Breakfast on the School Performance and Growth of Children with Differing Nutritional Status
3.     PRONAA. www.pronaa.gob.pe
4.     PRISMA. Evaluación de Impacto del Programa de Vaso de Leche. Informe final para el CENAN, 2005.
5.     Instituto Cuanto: Evaluación de Impacto del Subprograma Escolar – Nivel primaria – Desayunos – Fase II. Informe final para el CENAN. Marzo del 2008
6.     Habich, J.P. Procedimientos de estandarización para el acopio sobre el terreno de datos relativos al peso y a la talla Bol OPS, No. 76: 375-384. Geneve, 1974
7.     MINSA / INS. Manual de procedimientos para el diagnóstico de anemia por hemoglobinómetro. Lima, diciembre de 1997
8.     INEI: "Mapa de Necesidades Básicas Insatisfechas de los Hogares a  Nivel Distrital - 1993",  Lima, 1994
9.     Ravina, R.; Paulini, J. Costo efectividad del programa de desayunos escolares de FONCODES y el programa de alimentación escolar del PRONAA. Fondo editorial de la PUCP, Lima 2002.
10.  MINEDU I y II Censo de talla en escolares 1993 y 2000.
11.  MINEDU. Resultados preliminares del III Censo de Talla en escolares 2005 a nivel de distrito. Edudatos No. 4: Magnitudes e Indicadores de la Educación Peruana, vol 4. Lima septiembre del 2006
12.  FAO. Economía política de los sistemas alimentarios en América Latina. Washington D.C., 1994, p. 117


[1] Médico, Máster en Salud Púbica. Investigador Principal.
[2] Nutricionista, Máster en Salud Púbica. Investigadora Asociada
[3] Economista, Máster en Economía y especialista en Economía de la Salud. Investigador Asociado
[4] Estadístico,  Máster Matemáticas aplicadas. Investigador Asociado
[5] Nutricionista, Master en Nutrición

PATRON DE CONSUMO DE ALIMENTOS DE LOS PACIENTES MDR

PATRON DE CONSUMO DE ALIMENTOS DE LOS PACIENTES MDR
Wilfredo Gutiérrez ([1]), Gloria Espinoza ([2])

RESUMEN

Aprovechando la evaluación del programa PANTBC, se evaluó la ingesta nutricional de los pacientes MDR para conocer su patrón de consumo de alimentos. El trabajo de campo se llevó a cabo entre el 5 de enero y 15 de febrero del 2010 y se hizo en dos dominios: Lima Metropolitana y Resto Municipal (Lima provincias, Callao y resto de provincias). Se aplicó una encuesta de consumo de alimentos por recordatorio de 24 horas, a  54 pacientes MDR. Se concluye que el patrón de consumo de nutrientes encontrado según tiempos en los pacientes MDR fue de 26% en el desayuno, 38% en el almuerzo, 24% en la cena y 12% en las entrecomidas, no habiendo diferencias con el patrón de consumo de los NO MDR. En los pacientes MDR, el déficit de energía en Lima fue de 700 calorías y en Resto Municipal fue de 900 calorías. Alrededor del 13% de pacientes MDR logró cubrir sus necesidades de energía y un poco más del 40% las de proteínas, incluyendo los alimentos del hogar y la canasta Estos resultados son semejantes a los NO MDR...

SUMMARY

Taking advantage of PANTBC’s program evaluation, we assessed the nutritional intake of MDR-TB patients to know their food consumption pattern. The fieldwork was conducted between January 5 and February 15, 2010 and was made in two domains: Lima Metropolitana and Resto Municipal (provinces Lima, Callao and other provinces). A survey of food consumption by 24 hour recall was made in 54 MDR patients. We conclude that the pattern of nutrient intake according to time found in MDR patients was 26% at breakfast, 38% at lunch, 24% at dinner and 12% between meals. No differences between consumption patterns of MDR and  NO. MDR-TB was found. The energy deficit found was 700 calories in Lima Met. and 900 calories in Resto Municipal domain. About 13%  MDR patients covered his energy needs and over 40% of proteins, including household food and program commodities. These results are similar to the NON MDR patients.

PALABRAS CLAVE

Consumo, patron, multidrogoresistente, nutriente

KEY WORDS

Consumption, pattern, multidrug resistant, nutrients


INTRODUCCION

La  tuberculosis en el Perú, a pesar de los avances en el tratamiento y disminución de la tasa de abandono, sigue siendo un problema serio de salud pública. La prevalencia de TB en todas sus formas el año  1990 fue de 200/100,000 hab., descendiendo a 129/100,000 hab. en el  2006 (1).  La tasa de incidencia de TB en todas sus formas en el 2002 fue de  155/ 100,000 hab., disminuyendo a 116.65/100,000 hab. en el  2008.

La OMS ubica al Perú en el Escenario 3, es decir, está entre los países que tienen una incidencia estimada de TB superior a 50 por 100.000 habitantes y cobertura DOTS (Tratamiento Acortado Supervisado) mayor del 90%(2).

Actualmente la lucha contra la tuberculosis en el Perú presenta nuevos desafíos. Al contexto de pobreza y desnutrición se suma la co-infección con la infección por el VIH y la emergencia de cepas multi-resistentes (MDR y XDR). El Perú es el primer país en América con la mayor carga de TB MDR y TB XDR, las que en un 80% y 90%, respectivamente, se concentran en Lima y Callao. La letalidad es alta en los pacientes coinfectados probablemente debido a complicaciones asociadas con el SIDA o un diagnóstico tardío de TB. Los casos de TB MDR  representan un 5,3 % de de todos los casos diagnosticados 2007 (3); sin embargo, en la reciente evaluación del programa PANTBC, se encontró un porcentaje del 15%, aunque ello puede deberse a que enbuen número de casos se incluyó como MDR a los que tenán resistencia a una sola droga (4[3]
La tuberculosis tiene un efecto dramático en el estado nutricional. Más que la tasa metabólica aumentada, la principal causa del deterioro nutricional parece ser la pobre ingesta energética. Al momento del diagnóstico existe un deterioro nutricional extenso, tanto en la reserva grasa como músculo esquelético, lo cual, sin duda, contribuye a la morbilidad de la enfermedad, particularmente en países con pocos recursos, como el Perú donde el estado nutricional, aún en personas sanas, no es adecuado. Por ello, además de una buena terapia antituberculosa, los pacientes necesitan un adecuado suplemento nutritivo durante su tratamiento y recuperación.
Con este criterio es que a partir del año 1989, se introduce el programa PANTBC, como una estrategia complementaria para contribuir a la recuperación de los pacientes afectados por la tuberculosis, con fondos de la cooperación internacional atendiendo algunas regiones del país como: Lima y Callao, Ancash, Cajamarca, Cusco y Puno. Desde 1995 el programa se financia exclusivamente con fondos del tesoro público y se extiende al nivel nacional. Desde 1989 al 2001 se ejecutó a través del CENAN, del 2002 al 2005 a través del PRONAA y finalmente a partir del 2006 se ejecuta a través de 184 municipios provinciales, quedando a cargo del PRONAA  sólo Lima Metropolitana.

El objetivo principal del programa es contribuir a la recuperación integral del paciente ambulatorio afectado de TB y la protección de su familia, mediante actividades de educación alimentaria-nutricional, evaluación nutricional y complementación alimentaria con una canasta de alimentos que brinde el 28% de los requerimientos calóricos y el 38% de los requerimientos proteicos de la familia compuesta por un paciente y dos contactos (5).

Se distribuye mensualmente una canasta de alimentos de 200g/día/persona, la misma que está dirigida a beneficiar al paciente y dos contactos familiares. Dicha canasta está programada para atender 30 días por mes y de acuerdo a la Directiva General Nº 001-2003-GT/PRONAA, adopta el nombre de “Raciones Referenciales para los Programas Alimentarios y Nutricionales”. El contenido de dicha canasta se muestra en la tabla Nº 1.

Tabla Nº 1
RACION REFERENCIAL – PANTBC


GRUPO
ALIMENTO
RACION
g/día
RACION FAMILIAR
x mes
Cereales
Arroz, cebada, quinua, cañihua, kiwicha, trigo u otro de disponibilidad local
150
13.0 Kg.
Menestra
Arveja, fríjol, garbanzo, habas, lentejas, pallares, tarwi, soya u otra de disponibilidad local
20
2.0 Kg.
Producto Animal
Conserva de pescado u otro hidrobiológico
20
1.7 Kg.*
Grasa
Aceite vegetal
10
1.0 Lt.
TOTAL :

200
17.7 Kg.

NOTA: La conserva de pescado se ha programado en latas de 425 gr. de peso, por lo cual los 1.7 g. equivalen a 4 latas. Fuente:  www.pronaa.gob.pe

Como parte de la evaluación del PANTBC, se evaluó la ingesta nutricional de los pacientes MDR para ver su patrón de consumo de alimentos. Este es un estudio descriptivo de una muestra elegida a conveniencia y no estadísticamente representativa del total de pacientes MDR.  

MATERIALES Y METODOS

Se aplicó una encuesta de consumo de alimentos con la técnica de recordatorio de 24 horas, a 54 pacientes MDR, que representan el 13% del total de pacientes MDR registrados en los E.S. El trabajo de campo se llevó a cabo entre el 5 de enero y 15 de febrero del 2010 y se hizo en dos dominios: Lima Metropolitana y Resto Municipal (Lima provincias, Callao y resto de provincias).

Los criterios de inclusión fueron: pacientes beneficiarios del programa PANTBC con
TB pulmonar  BK+ y con un mínimo tiempo de tratamiento de 3 meses. Del total de pacientes seleccionados, se extrajo a todos los MDR que salieron seleccionados más 1 MDR adicional por cada E.S. que los tuviera. Esta muestra totalizó 54 pacientes.

Para el levantamiento de la información se aplicaron dos tipos de encuesta, una de recordatorio de consumo de alimentos de las 24 horas anteriores a la encuesta, y otra destinada a la obtención de información de los alimentos recibidos del programa, la que incluye: cantidad recibida y consumida, el número de contactos que la consume y días de duración de cada alimento.

Las encuestas fueron aplicadas por nutricionistas bien entrenadas y se aplicaron a los mismos pacientes y a las personas encargadas de la preparación y servido de los alimentos en el hogar.  

Para los cálculos se usó el “Módulo de Consumo de Alimentos” de la tabla de preparaciones elaborada por PRISMA (6). A partir de los datos registrados en la encuesta de consumo las nutricionistas realizaron el cálculo de la cantidad de ingredientes consumidas por el beneficiario, en neto y en crudo. Cuando se reportó el peso en bruto, se usaron factores de conversión de la tabla para la formulación y evaluación de regímenes alimentarios del MINSA (7). Igualmente se estimaron los volúmenes de agua utilizados en la preparación total para las familias.

Para obtener la cantidad de energía y nutrientes consumido por los beneficiarios, se introdujeron los pesos netos en crudo de cada alimento consumido en un programa nutricional computarizado, el cual contiene la composición química de aproximadamente 1300 alimentos (8). La información se procesó en un programa informático elaborado por la Escuela Académico Profesional de Nutrición de la UNMSM, en base a la Composición de los Alimentos Peruanos – Programa Especial de Alimentación del Instituto Nacional de Nutrición de 1986.
El consumo de nutrientes se consideró como adecuado cuando cubrió los requerimientos establecidos por la FDA/USA (9). La brecha entre la cantidad de nutrientes consumidos y recomendados se adecuó al 90% de los requerimientos.

Los resultados se exportaron al programa SPSS versión 11 para realizar los análisis estadísticos respectivos.

RESULTADOS

El la tabla Nº 2 se muestra las medianas de consumo de los nutrientes más importantes ingeridas por los pacientes durante un día.
Tabla Nº 2
Mediana de consumo de nutrientes (*)

Nutrientes
Mediana de nutrientes
Lima
R. Municipal
Calorías
2006
1754
Proteína
66
66
Proteína AVB
26
33
Grasas
43
35
Carbohidratos
372
284
Hierro
10
10
Retinol
371
357
(*) La mediana de consumo se ha calculado de los 54 pacientes

En la Tabla Nº 3 se observa el total de pacientes que cubrieron sus necesidades nutricionales de un día y aquellos que no lo hicieron.

Tabla Nº 3
Porcentaje de pacientes que cubren requerimientos de energía y proteínas

Nutriente
Total de pacientes
Pacientes que cubren requerim.
Total de pacientes
Pacientes que cubren requerim.

Lima (*)
%
R. Munic. (*)
%
Energía
28
4
14.3
26
3
11.5
Proteínas
11
39.3
12
46.2
(*) Los 54 pacientes MDR, representan el 13% del total de MDR registrados en los E.S. visitados.

En la Tabla Nº 4 se muestra la proporción de nutrientes que aporta la canasta al consumo total del día del paciente

Tabla Nº 4
Proporción de aporte de nutrientes de la canasta y del hogar

Nutriente
Porcentaje de aporte de nutrientes
Lima  Metropolitana
Resto Municipal
Hogar
Canasta
Hogar
Canasta
Energía
76.5
23.5
71.0
29.0
Proteínas
86.1
13.9
85.2
14.8
Prot. AVB
100.0
0.0
100.0
0.0
Grasas
63.8
36.2
55.2
44.8
Carbohidratos
78.4
21.6
73.8
26.2
Hierro
83.1
16.9
90.6
9.4
Retinol
99.9
0.1
99.9
0.1


DISCUSION

La tuberculosis es una enfermedad que necesita el soporte de una alimentación incrementada en cantidad y calidad, pues los requerimientos de estos pacientes también lo están. La suplementación no solo debe ser de macronutrientes, la inclusión de hierro vitamina A son esenciales para agilizar la recuperación del paciente y en especial de los MDR. A la luz de los resultados, la necesidad de proveer a las familias de una canasta acorde al número de miembros de la familia, se hace urgente para evitar la dilución intrafamiliar.

El período de 24 horas anteriores a la encuesta para calcular el consumo de alimentos, es   una técnica ampliamente conocida y utilizada en encuesta de alimentación en general, como se puede ver en la guía de alimentación infantil de la OMS  (10). Las ventajas y desventajas de esta técnica, pueden consultarse en la bibliografía adjunta (11)

En la tabla Nº 2 se observa que en los pacientes de ambos dominios, las medianas de consumo de energía son bajas, siendo el déficit en Lima M. de aproximadamente 700 calorías (25%) y en el Resto Municipal de 900 calorías (33%). Las proteínas totales y de alto valor biológico alcanzan niveles suficientes para cubrir los requerimientos, aunque con un 5% de déficit. El consumo de grasa para ambos dominios es muy bajo, llegando el déficit aproximadamente al 49% en Lima y al 59% en el Resto Municipal. .

La mediana de consumo de hierro no se aleja mucho de los requerimientos, pero la mediana de retinol se encuentra con un déficit del 60%.

Comparados los resultados de los pacientes MDR con los NO MDR, se encontró que en energía las cifras son similares, excepto en los MDR de Resto Municipal donde hay una deficiencia mayor de energía. En los demás nutrientes no hay diferencias importantes, excepto en retinol, donde los MDR presentan un mayor déficit de este micronutriente.

En la Tabla Nº 3 se aprecia que un mínimo porcentaje de pacientes MDR encuestados cubren sus requerimientos de energía y menos de la mitad logra cubrir los de proteínas. Ello podría deberse a que la ración entregada por el programa es consumida por toda la familia, que en la mayor parte de los casos cuenta en promedio con 4 miembros, por lo tanto la ración se diluye considerablemente y el paciente se ve afectado al no alcanzar los alimentos para todo el mes.

La Tabla Nº 4 muestra que un mínimo porcentaje de nutrientes proviene de la canasta PANTBC, básicamente debido a la dilución intrafamiliar de los alimentos, pues se encontró que a diferencia de los NO MDR, que regalan los alimentos (5%), los MDR consumen tods los alimentos de la canasta.

Estos resultados de aporte de nutrientes de la canasta no difieren de los encontrados en los grupos de pacientes que no son MDR.

CONCLUSIONES

Según las normas establecidas por el PANTBC, la canasta debe cubrir el 30% de los requerimientos del paciente y dos contactos. El análisis de la composición química de la canasta muestra un déficit de 5% en energía y 50% en proteínas de alto valor biológico y grasas. En el caso de las proteínas totales y carbohidratos, los porcentajes sobrepasan en 9 y 12%, respectivamente.

La mediana de consumo indica que existe un déficit de energía de 700 calorías en Lima M. y en Resto Municipal de 900. La deficiencia de grasa es común a nivel nacional, especialmente en los grupos de riesgo nutricional, a pesar que estas son un componente muy importante por la cantidad de calorías que provee y la función que cumple en la digestión y absorción de la vitamina A. Las proteínas fueron cubiertas casi en su totalidad.
Comparado con los pacientes de esquema 1 de tratamiento los déficits son similares

Apenas un aproximado de 13% de los pacientes MDR logró cubrir sus necesidades diarias de energía y un poco más del 40% las de proteínas. Los pacientes del esquema 1 tienen una cobertura de nutrientes similar.

El patrón de consumo de nutrientes encontrado según tiempos en los pacientes MDR fue de 26% en el desayuno, 38% en el almuerzo, 24% en la cena y 12% en las entrecomidas. Estos porcentajes no varían de manera significativa con el patrón de consumo de los pacientes que no son MDR.







BIBLIOGRAFIA

1.    MINSA, DGSP, Estrategia Nacional de Tuberculosis, 2006
2.    Plan Regional de Tuberculosis 2006-2015. Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud. ISBN 92 7 532673 8. Organización Panamericana de la Salud, 2005.
3.    Jave O. TB, TBMDR y XDR en el Perú. Analizando las cifras oficiales. Lima, 2008   http://www.speit.org/eventos/conferencia/TuberculosoisCMP.pdf
4.    INSTITUTO CUANTO. Evaluación de Impacto del Programa PANTBC. Informe final, mayo del 2010
5.    PRONAA. Conociendo el PANTBC, un programa de apoyo a la recuperación de personas afectadas por la TBC. Plan Estratégico de Prevención y control de la tuberculosis,  Lima 2006.
6.    A.B. PRISMA. Tabla de preparaciones del Módulo de Consumo. Lima, 2004
7.    MINSA/INS. Tabla auxiliar para la formulación y evaluación de regímenes alimentarios. Ministerio de Salud, 3ra edición. 1985.
8.    MINSA/INS Base de datos conteniendo la Composición Química de los Alimentos Peruanos. Ministerio de Salud - INS – 1985. Para Retinol se utilizó la Tabla de Valor Nutritivo de los Alimentos de Centro América - INCAP/OPS Set. 1996
9.    FDA-USA Food and Nutrition Board. Recommended Dietary Allowances 10th edition. Institute of Medicine. National Academy. Press. Washington, D.C., 1989.
10.  WHO. Indicators for assessing infant and young child feeding practices : conclusions of a consensus meeting held 6–8 November 2007 in Washington D.C., USA.
11.  Http:antil/evaluación nutricional/métodos dietéticos/479-metosos para evaluar el consumo de alimentos


[1] M.D. M.P.H. Investigador principal
[2] Nutricionista, M.P.H. Investigadora asociada
[3] INSTITUTO CUANTO. Evaluación de Impacto del Programa PANTBC. Informe final, mayo del 2010.