Yolanda Jara. Trabajadora Social. Enero del 2002
El enfoque de desarrollo social de la comunidad ha pasado por tres momentos. El primero reconoce el proceso de la modernización como el medio que va a conducir al desarrollo social, por lo tanto se hace necesario modernizar las estructuras tradicionales, sean estas productivas o mentales. La segunda etapa se caracteriza por la importancia que se da al crecimiento económico, donde el nivel de desarrollo de los pueblos se mide por el Producto Bruto Interno – PBI.
La tercera etapa reconoce que el desarrollo depende del nivel de empoderamiento de las personas y los grupos para dominar las diferentes situaciones que afectan su vida. Esta concepción de desarrollo enfatiza y acentúa “las capacidades y potencialidades de las personas y sociedades para dominar las circunstancias en que se extiende y profundiza la vida”. Ser mas actor de su vida , pero no en soledad, sino como persona y como colectivo, a través de la construcción de condiciones materiales y no materiales.
Estas capacidades y potencialidades sociopersonales incluyen desde los procesos metabólicos de respiración, dominio del cuerpo hasta la autoestima de los individuos y el colectivo. Se cuestiona así la concepción de desarrollo que enfatiza el incremento del ingreso per cápita, como única vía hacia el desarrollo.
El empoderamiento es la capacidad de las personas de “desarrollar poder sobre si mismas”, de pasar de la condición de no puedo al si puedo, si podemos. Implica la transformación de las condiciones de subordinación tanto externas como internas. Condiciones de subordinación estructural y social, pero también individual y personal.
Hay que desarrollar poder para transformar las condiciones de subordinación. Poder para sobreponerse a la opresión que trae las distintas formas de poder de unos sobre otros. Busca la autonomía y la autosuficiencia, tanto del individuo como del colectivo. Esta autonomía se refiere al estado o condición por la cual un individuo o un colectivo de personas, ya no dependen de la benevolencia o asistencia de terceros para lograr sus intereses. Hablamos de un proceso que implica el desarrollo de capacidad creativa, analítica, productiva y organizativa. Implica además un estilo de interacción con terceros, llevado a cabo sobre la base de la igualdad y horizontalidad.
No podemos seguir trabajando unilateralmente y aisladamente con un solo enfoque. Indigenismo, ecología, cultura, relaciones de género, producción, etc. Son enfoques que no se sostienen mas en el aislamiento solo encuentran su fuerza en la multidimencionalidad. El empoderamiento es un proceso de aprendizaje de la negociación de intereses. Negociar con la organización de desarrollo, con la iglesia, con las diversas instancias del estado. Este proceso implica el compromiso y nueva actitud de solución conjunta de problemas.
El empoderamiento es contrario al empobrecimiento. Se basa en una visión estratégica de futuro, implica la búsqueda por establecer metas a largo plazo, identificación sistemática de las oportunidades y peligros que surgen en el futuro. El proceso del empoderamiento no es solo un enfoque teórico, sino es una actitud una forma de vida, que promueve el crecimiento equilibrado entre el saber, hacer, tener y ser; donde se debe ver a la población como un grupo de bajos recursos económicos pero que tiene potencial de ahorro, conocimientos detallados de su medio inmediato, algunas habilidades técnicas y empresariales, capacidad para autoorganizarse, riqueza social y cultural, creatividad individual y social ante problemas y crisis.
El trabajo con este enfoque debe partir por del cambio de actitud frente a la vida de parte de los promotores sociales, cambio que implica nuevas miradas hacia el entorno cultural y económico, así como nuevas imágenes de la persona humana, de la individualidad y el colectivo, se requiere de nuevas energías para actuar y liderar los procesos de desarrollo.
Las nuevas miradas, un trabajo programado y que responda a las necesidades reales de las comunidades deberá considerar la toma de contacto y el recojo de información por aproximaciones sucesivas. Implica que los dirigentes, representaciones de instituciones gubernamentales y no gubernamentales que operan en el sector a trabajar, así como la población conozcan de quienes se trata y cual es la razón de su presencia.
El conocimiento de la comunidad implica en primera instancia, de prejuicios y preconceptos, para luego iniciar la búsqueda de información relativa a la identificación de la comunidad, de sus organizaciones, de las autoridades emanadas del gobierno central, organismos administrativos; la dinámica social que se da al interior, como son las relaciones entre las autoridades comunales y del gobierno, la relación de la población con cada una de estas instancias. Toda esta información será enriquecida con aquellas que tienen utilidad para el trabajo que se realiza, como son las prácticas relacionadas con el cuidado de la salud, sus prejuicios y prácticas en este aspecto, presencia de promotores de salud, su relación con los establecimientos de salud y la organización comunal, entre otros.
Entre otros aspectos muy importantes será conocer sus recursos económicos, de producción, comercialización existentes y también los potenciales, especialmente los referidos a los alimentarios, debiendo ponerse especial énfasis a los que la población consume y las formas como lo hace.
Finalmente será necesario la observación de algunos principios de orden ético que contribuyan a iniciar y mantener relaciones efectivas entre los promotores sociales y las organizaciones, instituciones y la población en general, como son respetarlos permanentemente, tener fe en sus capacidades y potencialidades, reconocer sus experiencias y conocimientos, no juzgarlos, entre otros que el grupo de trabajadores puede ir definiendo.
En este contexto, será útil tener presente en todo momento el respeto por la organización representativa de la comunidad, trabajo que debe traducirse en la relación permanente que se debe mantener con sus líderes o representantes, donde se incentive su participación activa durante el planeamiento, ejecución y evaluación de las actividades.
EMPODERAMIENTO: NUEVA CONCEPCIÓN DE DESARROLLO
Yolanda Jara. Trabajadora Social. Enero del 2002
Cada vez es más difundido el concepto de empoderamiento como una “nueva concepción de desarrollo, donde éste es visto como un proceso de expansión de capacidades y potencialidades humanas, individuales y colectivas, para dominar las circunstancias en las que se extiende y profundiza la vida.
La concepción de capacidades y potencialidades toma al ser humano como un todo, donde la tarea de los promotores sociales es desarrollar esas capacidades, que son el recurso más valioso existentes en las comunidades. Este trabajo exige un cambio de actitud frente a la vida, nuevas miradas hacia el entorno cultural y económico, así como nuevas imágenes de la persona humana.
Visto el desarrollo como el enriquecimiento de la vida humana, no está tan exclusivamente ni tan estrechamente ligado al crecimiento de la producción percápita, aunque este sea un factor importante para eliminar la pobreza. Esta concepción promueve el crecimiento equilibrado entre el SABER, HACER, TENER y SER.
Este nuevo enfoque “requiere de un cambio de actitud frente a la vida, nuevas miradas hacia el entorno cultural en general y económico en particular”. Requiere de nuevas imágenes de la persona humana, de la individualidad y colectivo, requiere de nuevas energías para actuar y liderar los procesos de desarrollo.
La concepción de empoderamiento requiere que sacudamos nuestras mentes, porque hay subyacen las ideas e imágenes que pueden estar impidiendo un enfoque coherente del trabajo promocional. Hay necesidad de crear nueva imágenes, nuevos paradigmas, nuevas energías para restaurar en las personas y en las organizaciones la identidad perdida. Se requiere de una revolución de la vida, la revolución debe expresarse en nuevas relaciones de convivencia y no solo en el mayor acceso a los bienes.
En este contexto es necesario ver a la población en la que trabajamos como un grupo de bajos recursos económicos pero que tiene: potencial de ahorro, conocimientos detallados de su medio inmediato, algunas habilidades técnicas y empresariales, capacidad para autogobernarse, riqueza social y cultural, creatividad individual y social para superar problemas y crisis.
Esta concepción lleva a que las alternativas de atención de necesidades de solución a problemas se den a partir de la seguridad en si mismos, de las fuerzas propias y recursos existentes, donde se valore creativamente a los actores, a los sujetos en las estructuras y procesos.
Resumiendo el concepto de empoderamiento reconoce la capacidad de una persona de “DESARROLLAR PODER SOBRE SI MISMA, de pasar de la condición de “NO PUEDO” al “SI PUEDO”, “SI PODEMOS”. El empoderamiento es un proceso de aprendizaje en democracia.
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