AUTORITARISMO Y DEMOCRACIA: UN FALSO DILEMA
Por Wilfredo Gutiérrez P. MD MPH (USA, mayo del 2006)
Ahora que en las elecciones presidenciales en Perú se ha pasado a la segunda vuelta entre los candidatos Alan García y Ollanta Humala, es saludable apreciar que la prensa y sus dueños (como se quedaron sin candidata), propalan información más o menos objetiva de las actividades de los dos candidatos.
Sin embargo, los analistas políticos, la mayoría de intelectuales y los representantes de los empresarios, que a la larga o a la corta son formadores de opinión; nos quieren hacer creer que “los resultados del 9 de abril son terribles y espantosos”, pues hay que elegir “entre un ex jefe de una base militar, un improvisado con visión autoritaria, y Alan García, que hizo un pésimo gobierno y que tiene severísimas acusaciones de violaciones de derechos humanos” ([1]).
Es decir, nos quieren hacer creer que estamos ante la disyuntiva de elegir entre un “mal menor”, representado por García (supuestamente democrático) y un “mal mayor”, representado por Humala (supuestamente antidemocrático). Esta es la tesis un tanto morigerada de los ex toledistas Gustavo Gorriti y Fernando Rospigliosi, que no tuvieron el coraje de apoyar a un gobierno democrático y optaron por el camino fácil de pasar al lado de la oposición mas destructiva e infame que jamás en la historia del Perú tuvo un gobernante. Son precisamente estos señores, junto con Sileri, Hildebrant, Cecilia Valenzuela (la geisha más cotizada del periodismo), Rosa María Palacios, Jaime de Althaus (los geishas menores), los dueños de la mayoría de medios de comunicación, la derecha y la mayoría de la izquierda caviar; que demolieron a un gobierno democrático e indirectamente desacreditaron a la democracia y a sus representantes: los políticos. Estos mismos señores ahora nos quieren dar lecciones de democracia y de defensa de la misma frente a una supuesta amenaza de un gobierno autoritario, cuando fueron ellos los parteros del nacimiento del fenómeno Humala.
La imagen autoritaria y antidemocrática atribuida a Humala, es una construcción imaginaria hecha por la prensa y los sectores conservadores de la sociedad, basada en su procedencia militar y sus antecedentes familiares. Ello parte de un razonamiento simplista de que como el candidato procede de una familia autoritaria y ha sido militar, es y será autoritario y antidemócrata por naturaleza. Siguiendo con este mismo razonamiento, un civil (aunque sea Alan García) no es y no será autoritario y si es y será demócrata. Razonar así es echar por tierra todos los conocimientos actuales en psicología, antropología y filosofía que afirman que el ser humano tiene una gran capacidad de procesamiento individual de los estímulos externos y siempre será un ser único, incomparable. A veces ocurre al revés que hijos de padres autoritarios llegan a ser seres totalmente pusilánimes y ex militares son excelentes profesionales al servicio de la democracia.
En el campo político, un breve recorrido por la historia nos muestra a dos grandes dictadores civiles: Augusto B. Leguía del partido civilista, que gobernó el país en los períodos de 1908–12 y 1919–30 y Alberto Fujimori, que gobernó de 1990 al 2000. Por el contrario, fueron gobernantes militares los que realizaron algunas grandes transformaciones en materia de derechos civiles y reformas sociales a favor de los sectores más pobres. Así, fue el mariscal Ramón Castilla que dio la libertad a los negros, el general Manuel Odría dio el voto a las mujeres, construyó complejos habitacionales para los sectores populares y las Grandes Unidades Escolares que hasta ahora existen; Velasco Alvarado recuperó la dignidad nacional frente al entreguismo de Belaúnde, aplicó la reforma agraria (necesaria en su época) y sentó las bases de una reforma educativa basada en la educación para el trabajo y el estructuralismo que hasta ahora se lleva a cabo; Morales Bermudez que convocó a una asamblea constituyente y permitió el tránsito a la democracia.
Entonces no necesariamente un civil garantiza un gobierno democrático y no necesariamente un militar tiene que ser antidemocrático. Recordemos que el segundo gobierno de Odria (como ex militar) fue en democracia y nadie lo recuerda como un gobernante totalitario. Esta falsa disyuntiva entre democracia y autoritarismo ha sido creada por la derecha tradicional con la finalidad de atemorizar al electorado y evitar a toda costa que Humala llegue al poder para hacer los ajustes necesarios a una política económica neoliberal a ultranza y sin rostro humano, ensanchando a la vez las bases de la democracia haciéndola más inclusiva, con una real participación popular en la toma de decisiones. Este tipo de democracia, claro está, asusta a la clase dominante y sus voceros, pues atenta contra sus privilegios y no cabe duda que harán todo lo posible por evitar que Humala llegue al poder, aunque sea votando (con la nariz tapada, como dijo un periodista) por el Sr. García (el “mal menor”), a pesar de sus antecedentes comprobados de corrupción, de su nefasto gobierno y de las graves acusaciones de violación de los derechos humanos que hasta hoy penden en su contra.
En fin, allá ellos, pero estamos seguros que el pueblo peruano es sabio y no de dejará convencer por estas falsas predicas. El pueblo se pregunta: por que no creer en un candidato honesto y valiente como Humala, que se sublevó contra la dictadura de Fujimori, que arriesgó su vida en defensa de la democracia combatiendo al terrorismo, que tiene un plan de gobierno coherente con el desarrollo con rostro humano, que plantea recuperar la dignidad nacional, que conoce el país y ha vivido de cerca el sufrimiento de los pobres, que tiene un eficiente equipo de técnicos, que tiene carácter y experiencia profesional para combatir la inseguridad que tanto asola al país?. Por que si creer en un candidato como García, procedente de las canteras de un partido con mas de 80 años de historia que siempre utilizó un discurso popular y en las veces que cogobernó o gobernó utilizó el poder para satisfacer sus intereses de grupo o partidario?. Por que creer en alguien que en su gobierno castigó a los sectores populares con la más grande escasez de productos de primera necesidad y culminó su gobierno con una inflación acumulada del 7,000%?. Por que creer en un gobernante que copó el poder judicial con sus allegados y gobernó con impunidad y a carpetazo limpio?.
Cincinnati, OH. 6/5/06
[1] Todos los entrecomillados son expresiones de Ernesto de la Jara, Director de Justicia Viva, en una entrevista publicada en La República el 6/5/06
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