LA IDEOLOGÍA OBCECADA PRIMA SOBRE LA RAZÓN
Esta es una reflexión a propósito de la riña entre el embajador ecuatoriano de entonces, su sobrina y dos mujeres en un mercado de Jesús María el 26 de abril del 2013 y magnificada por la prensa en los días y semanas sucesivas.
Esta es una reflexión a propósito de la riña entre el embajador ecuatoriano de entonces, su sobrina y dos mujeres en un mercado de Jesús María el 26 de abril del 2013 y magnificada por la prensa en los días y semanas sucesivas.
Es lamentable que que una riña de mercado iniciada por dos
mujeres insolentes e irrespetuosas de los derechos de los demás (se colaron en la cola), termine
afectando las relaciones diplomáticas de dos países hermanos. Es increíble
hasta qué extremos se pueden llevar las cosas cuando prima la ideología ciega y
obcecada, en este caso la supuesta defensa de la matonería de estas dos mujeres
que ahora se han convertido en íconos de las mujeres maltratadas.
Si la
cancillería hubiera actuado con la cabeza fría, pensando más en el país y no en
la presión de la prensa y ciertos políticos oportunistas, las cosas debieron
quedar en los sendos comunicados de la embajada de ecuador, donde el embajador
pide las disculpas del caso y la cancillería peruana lamenta lo ocurrido. Que
la cancillería pida que se saque al embajador ecuatoriano por este incidente,
donde se ve claramente que es agredido y se defiende a periodicazos por
tratarse de damas, realmente fue una decisión injusta y desproporcionada.
Es
una pena que este incidente quede en la historia universal como un hecho de
ripley o de curiosidades políticas y diplomáticas y un hecho vergonzoso para
los que defendemos los derechos de las mujeres. Si creemos que esta defensa
significa dar patente de corso a las mujeres para agredir a cualquier hombre
por el sólo hecho de ser mujeres, estamos perdidos. Nadie tiene el derecho de
agredir a nadie independientemente del género o de su opción sexual.
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