EL TOQUE DE LA MANO DEL MAESTRO
Por: Myra B. Welch
(Tomado de “Rediscovering The Catholicism” de Mathew Kelly)
El viejo violín estaba tan viejo y maltratado
Que el subastador pensó que no valía la pena
Perder mucho tiempo en su subasta;
Así es que lo alzó ante el público y gritó:
“Miren lo que estoy subastando buena familia”
“¿Quién quiere empezar haciendo su oferta?”
“Un dólar por acá, un dólar”,
“Dos dólares por allá, dos dólares…Sólo dos?”
“Dos dólares, quién da tres?”
“Tres dólares por allá, tres dólares a la una…
tres dólares a las dos… y se va por tres… ah no?”
Desde el fondo del salón
Se acercó un hombre de cabello cano,
Tomó el arco del violín;
Luego limpió el polvo del viejo violín,
Afinó sus cuerdas flojas
Y empezó a tocar una melodía pura y dulce
Como un villancico de ángel.
Al cesar la música, el subastador,
Alzando el violín y el arco,
Con voz calmada y baja dijo:
“¿Cuánto dan por el viejo violín?”
“Mil dólares por acá, quién da dos mil?
Dos mil dólares por allá, quién da tres?
Tres mil dólares por allá…
tres mil dólares a la una…, tres mil dólares a la dos…,
tres mil dólares a las tres… ¡y se va por tres mil dólares”!
La muchedumbre aclamaba, pero algunos gritaban:
“¿no entendemos qué hizo cambiar su valor?”…
La respuesta vino rápido:
“El toque de la mano de un maestro.”
Un hombre con su vida fuera de tono,
Maltratada y empobrecida por el pecado,
Es subastado barato a una multitud irreflexiva
Como el viejo violín.
Un plato de comida, un vaso de vino,
Un juego, un placer furtivo… y él “se va”…
“se va” a la una, “se va” a las dos..
“se va” a las tres… y casi “se fue”..
Hasta que el Maestro llegó a la multitud enloquecida
Que nunca entenderá completamente
El valor de un alma y la transformación forjada
Por el toque de la mano del Maestro.
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